jueves, 13 de septiembre de 2012

Rudos, perros y cosas maricas

Hasta los más rudos caemos.
No hay manera de predecirlo.

Por una u otra manera siempre nos decepcionan, dicen que únicamente nuestros padres no lo harán, pero incluso ellos lo hacen.
Algunas personas cuando decimos algo, lo cumplimos, por mucho que eso pueda doler. Ya quedamos muy pocos.
Sin embargo, entiendo porqué se extinguieron. Poco a poco a ellos les fueron traicionando y decepcionando y entonces, como el hijo de una mujer golpeada, golpea a su novia, se vuelve un circulo vicioso.

La invitación es a que no prometan cosas que no saben si van a cumplir, que decirle te quiero a alguien solo por contestarle no es algo bueno.

Todos somos como perritos adoptados (de nuestras amistades, compañeros y familia), de pequeños somos muy monos, cada cosa es una gracia nueva, pero cuando crecemos y ya no somos ese cachorrito adorable (hay distancia de por medio, trabajas en otros lugares, haces algo que tu familia reprueba) nos abandonan en la azotea, patio o nos quieren regalar, ya no nos prestan atención ni nos dan de comer.

Cuando alguien entra en tu vida debes estar seguro de que ahí lo quieres, porque es un compromiso no dicho, cuando se rompe el trato ambos deben salir sin deberse nada y entonces la relación quedará intacta, y aunque a veces es más fácil usar a las personas, no es  correcto hacerlo, sobre todo porque el karma cobra en chinga y un día puedes despertar y darte cuenta que el perrito que dejaron en la calle, eres tu.

Y por último... 

http://www.youtube.com/watch?v=4T-mqownvj8&feature=related